domingo, 25 de mayo de 2008

mitad(es)


—Si pudieran partirse todas las cosas enteras... —dijo mi tío tendido boca abajo sobre el escollo, acariciando aquellas convulsas mitades de pulpo—, si cada uno pudiera salir de su obtusa e ignorante integridad... Estaba entero y todas las cosas eran para mí naturales y confusas, estúpidas como el aire; creía que lo veía todo y no era más que la corteza. Si alguna vez te conviertes en la mitad de ti mismo, y te lo deseo, chico, comprenderás cosas más allá de la común inteligencia de los cerebros enteros. Habrás perdido la mitad de ti y del mundo, pero la mitad que quede será mil veces más profunda y preciosa. Y también tú querrás que todo sea demediado y desgarrado a tu imagen, porque belleza y sabiduría y justicia existen sólo en todo lo que está hecho a pedazos.

Italo Calvino (El vizconde demediado)

1 comentario:

Deon dijo...

Juego de paradojas que marca la experiencia humana. Colo las almas solitarias saben como hacer compañia; por ello no me extraña que en lo desgarrado, en lo despedazado, miremos el reflejo completo de nuestro ser: su fragilidad, su misterio, nuestro saber (y vivir) incompleto.
Saludos
Deon