La habilidad de ver las cosas de una manera nueva es de vital importancia para el proceso creativo, radica en las ganas de cuestionar cualquier supuesto.
Al nacer, recibimos un regalo: tiempo. Para unos más largo, para otros más breve, pero independientemente de eso, todos podemos obtener lo mismo: ser conscientes de nosotros mismos y de la realidad.
Cuando uno es uno mismo siempre está a tiempo de aprender, rectificar y encontrar, más pronto o más tarde, la senda adecuada para intentar alcanzar la iluminación.